Rumbos

Algunos dicen que la vida es un libro abierto en el que uno es el propio autor, para mí es una conferencia de autores todos con sus libros sin terminar en la mano, en el que si quieres puedes intercambiar ideas con los demás autores acerca de cómo terminar sus libros... o simplemente hacer como que eres tú solo en la conferencia y querer escribir solito el final, pero de este modo te darás cuenta que sin los demás no tienes un final... o si te da la gana puedes ir y garabatear el libro de otros para salir corriendo y así tener un final más divertido contando lo que hiciste(?). De cualquier modo uno nunca puede escribir solo su libro, estamos relacionados a través de muchas páginas con los demás autores.

A lo largo de tu libro siempre hay personajes que aparecen de la nada y luego se van sin darte la oportunidad de escribirles un pequeño párrafo de despedida, pero a veces esos personajes vuelven en un capítulo totalmente diferente, cuando ya tenías un final esperado y zas! lo cambian sin que puedas borrar nada porque ya estás en una página totalmente diferente, y en este libro no puedes modificar nada escrito, así se quedara. Así es, así será siempre... al final no eres el único autor, tienes muchos colaboradores y tus agradecimientos al final del libro probablemente tengan más páginas que el libro mismo.

Tanta introducción no es porque vaya a contar una historia de amor ni nada de eso, simplemente que he estado viviendo días de muchos cambios, en todos los sentidos. O sea, como si no fuese suficiente tener que lidiar con 2 trabajos, la universidad, el instituto y otros proyectos personales (aunque lidiar no es la palabra, porque me gusta lo que hago ^_^), también tengo que acostumbrarme a que la gente va y viene, algo a lo que sin duda ya debería estar acostumbrada, pero no!, me resisto a hacerlo, no es fácil.

Hace unos días fue la despedida de Roger, que llegó a Lima en diciembre odiando a los Estados Unidos y yo estaba contenta porque pensé que por fin al menos una parte de la manchita se reuniría de nuevo, pero no duró mucho tiempo porque ahora, casi 7 meses después, se fue a Canadá, en busca de sus raíces, a trabajar o simplemente a vivir, no sé bien pero se fue. Sin tener una fecha de retorno. Estuvimos con él hasta que llegó la hora de que vaya al aeropuerto y es indescriptible lo que se siente despedir a un buen amigo sin saber cuándo lo volverás a ver.

El lunes 1º de julio fue un día muy difícil en el trabajo, no por alguna tarea difícil ni nada de eso, más bien porque por un lado César, un muy buen amigo del área, se iba a trabajar a otra institución financiera de la que recuerdo: ♪ pon tu sueldito acá ♪ ¬¬ pero que me llega altamente porque se llevó a mi amigo =(. De hecho, lo seguimos viendo en almuerzos o cuando se hace pasar por choro en la calle y me pongo a gritar como loca por mis traumas :$ pero es triste ver su sitio y que ya no esté... por otro lado ese día también se fue el Vicepresidente, el jefecito de todo el edificio, luego de un sorpresivo mail del gerente general diciéndole chau pero de una forma elegante, yo no entendía por qué se iba si todo estaba bien, le pregunté al maestro Jedi (o sea mi jefecito directo) y me dijo que la gerencia había considerado que el nuevo Vicepresidente lo haría mejor, porque no importa lo que hayas hecho en un trabajo, importa lo que puedes hacer... no me parece justo! eso va en contra de todo lo que he creído de la vida, que todo esfuerzo tiene su recompensa! y aunque mil personas me digan que así es el mundo de los negocios, no estoy de acuerdo! ¿Por qué despedirlo? ¿Por qué no cambiarlo a otro puesto? ¿No aprecian los 10 años que estuvo dando lo mejor que tenía por su empresa? ¿No se dan cuenta que es un hombre mayor? Por primera vez entiendo porqué existen los sindicatos U_U.

Juan, el Vicepresidente que se iba, era muy bueno, su oficina estaba a 7 metros de la nuestra y aunque lo conocí poco tiempo lo consideraba un extraordinario jefe, siempre que nos topábamos en el ascensor me preguntaba cómo me iba, interesado siempre por los demás aunque tenga mil cosas en la cabeza. Antes de la hora de salida fue de piso en piso a despedirse de todos y por supuesto todos le decían que apreciaban haberlo tenido como jefe y se despedían con mucho cariño. Luego regresó a su oficina y la gente de todos los pisos subían para estar con él en el momento en el que saliera por última vez de aquella oficina, dio unas pequeñas palabras de despedida y comenzó a caminar a la salida, todos los aplaudían, muchos no se contenían las lágrimas y lo acompañaron desde el 7º hasta el 1º piso. Para mí era la despedida de un gran líder laboral, muy querido y yo aplaudía sin entender todavía por qué se tenía que ir.

Pero no todos se van, algunos regresan. El sábado tuve la alegría de ver de nuevo a mi mejor amigo, Iván, él estudia en Estados Unidos pero viene 2 o 3 veces al año. Aunque siempre estamos comunicados, la primera vez que se fue sentí que no sería lo mismo, pero menos mal me equivoqué, porque seguimos siendo tan amigos como siempre. Ese día recordábamos muchas cosas, como nos divertíamos de las formas más tontas, cuando nos quedábamos a estudiar toda la madrugada y terminábamos haciendo un análisis de los pros y contras para no dar el examen, y tema por tema! xD o cuando me iba de mi casa (porque siempre he sido rebelde y a veces no me tienen paciencia =S) y sus papás me recibían con los brazos abiertos cediéndome su habitación ya que era la más grande y tenía un super gimnasio ^_^ y a él lo mandaban al cuarto de visitas jaja y mil anécdotas que hemos pasado. Es como mi hermano y estoy muy feliz porque este año ya termina sus dos carreras! y está cumpliendo todos sus sueños.

Me demoraría una eternidad si relato acerca de todos los amigos que se fueron y de los que volvieron, de lo triste de las despedidas y la alegría de los reencuentros, cosas que supongo ustedes saben de sobra. Termino escribiendo este post teniendo de fondo la canción Rumbos de Hoja de Parra y cae a pelo. Una cosa más! si algún día me toca irme, quieran o no VOY A REGRESAR! =D.